Bases para el estudio de la Literatura Hispanoamericana

Charles Leconte de Lisle (1818-1894) 16, marzo 2008

A un poeta muerto

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Tú cuyos ojos erraban, por la luz alterados,
de la color divina al contorno inmortal
y de la carne viva al esplendor celeste,
duerme en paz en la noche que tu párpado sella.

¿Ver, oír, oler? Viento, humareda y polvo.
¿Gustar? La copa de oro contiene sólo hiel.
Como un Dios aburrido que abandona el altar,
regresa a la materia y dispérsate en ella .

Sobre tu mudo sepulcro y tus huesos consumidos
que otro vuelque o no el llanto acostumbrado,
que tu siglo banal te olvide o te renombre;

Yo te envidio, en el oscuro fondo de la tumba tranquila,
por haberte liberado de vivir , por no saber

la pena de pensar y el horror de ser hombre.

En la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes tienes acceso a sus libros en francés (en los originales se aprecia la perfección formal que pierde traducido).

Rubén Darío le dedicó un medallón y un lugar entre Los raros (1896)